
Mirador de la Grieta
El Mirador de la Grieta es un balcón natural sobre el que divisar el sotobosque del río Genil y gran parte de la comarca del centro de Andalucía. Es uno de los fenómenos geológicos más destacados de Andalucía, no sólo por su dimensión, sino también porque el fenómeno adquirió gran repercusión mediática al poner en peligro parte de Benamejí. Una vez estabilizada la ladera este fenómeno geológico de gran interés se ha convertido en un verdadero emblema del municipio.
Fenómeno Geológico

La “Grieta de Benamejí” es uno de los fenómenos geológicos más destacados de Andalucía, no sólo por su dimensión, sino también porque el fenómeno hizo desaparecer una parte del municipio.
Este fenómeno geológico de gran interés se ha convertido, debido a la difusión mediática, en un verdadero emblema de nuestro municipio. En la actualidad esta ladera consolidada se ha convertido en un bello mirador y parque periurbano desde el que disfrutar de la contemplación de la naturaleza en un agradable paseo.
La ladera sur de Benamejí, con una longitud de unos 900 metros y una diferencia de cota de 150 metros, desciende de un modo brusco desde el núcleo urbano, asentado sobre una elevación, hasta el río Genil.
Los deslizamientos de tierra en la ladera de Benamejí, se venían produciendo desde hacía varios siglos. Existe constancia de un brusco deslizamiento en 1739. Pero fue en Febrero de 1963, cuando se produjo uno de los movimientos de mayor intensidad, que causó la ruina de 55 viviendas y produjo daños en otras 50, e hizo tomar conciencia del peligro que suponía para la población asentada a escasos metros del borde del talud.
Posteriormente, en 1987, se volvieron a producir desprendimientos y deslizamientos en varias ocasiones, aunque de menor intensidad que en el caso de 1963. El día 27 de diciembre de 1989, tuvo lugar un deslizamiento de grandes dimensiones, en esta ocasión con menores daños, al afectar principalmente a una masa de escombros y rellenos situada en la parte alta de la ladera.
Como medida de urgencia, fue necesaria la construcción de 147 viviendas para alojar a los vecinos afectados por los movimientos en otra zona alejada del talud.
Las distintas causas, que a lo largo de los años han producido los deslizamientos de ladera han sido, teniendo unas más incidencia que otras en los diferentes deslizamientos: incidencia del río Genil mediante su actividad erosiva por el sur, características geológicas (arcillas o margas, calizas y calcarenitas) e hidrogeológicas del terreno que hacen de estas formaciones un material muy fragmentarle, presencia de agua en el terreno, ya que los dos movimientos naturales e importantes (1963 y 1989) se produjeron tras precipitaciones intensas y continuadas en la zona, etc…
Tras un período de obras de gran envergadura se estabilizó completamente la ladera en 1999, gracias al trabajo en equipo de gobierno central, autonómico, provincial y local. Las obras consistieron en la mejora del drenaje del terreno a través de un sistema de pozos comunicantes y la construcción de pantallas de hormigón.
Durante un agradable paseo en este mirador a pocos metros del centro urbano, podemos detener las vistas en el Castillo de Gómez Arias, Puente Renacentista de Hernan Ruiz II, soto y curso del río Genil, Aceña y buena parte de la orografía del centro de Andalucía, en el lugar donde convergen la provincia de Málaga y Córdoba y muy próximo a la provincia de Granada y Sevilla.
Puente Hernán Ruiz II

El Puente de Hernán Ruiz II, de entre todas las obras de ingeniería de este importante arquitecto renacentista, este es el único ejemplo de nueva planta totalmente ejecutado por él mismo. Su valor más reseñable es el de obra de ingeniería que responde ejemplarmente a los cánones renacentistas de geometría, composición, proporciones y casi desnudez ornamental.
Se trata de un puente del siglo XVI, que salva el cauce del Río Genil siguiendo el antiguo camino de Antequera. Está situado en un tramo antiguo de la carretera nacional de Córdoba a Málaga (CN-331), entre los municipios de Benamejí El Tejar.
En su conjunto se revela como un diseño de tradición medieval, aunque con proporciones que se atienen a conceptos renacentistas. El tablero se sitúa a unos veinte metros sobre el nivel del río, manteniendo prácticamente horizontal el trazado del camino en esta zona, a pesar de lo profundo del cauce.
Los arcos laterales, entre estribos y pilas, son de medio punto y avanzan sobre una línea de imposta que recorre los elementos sustentantes. Tienen una luz de 88 dm y su rosca está ligeramente rehundida. El arco central, de30 m de luz, es también de punto medio, con arranque al nivel del agua y con rosca igualmente rehundida. A cierta altura, se reconocen unos grandes mechinales que probablemente correspondan a los anclajes de las cimbras para su construcción. Los tres arcos se trasdosan con una sencilla moldura achaflanada.
La fábrica del puente es de sillares regulares, de tamaño medio, bien labrados y de color homogéneo, de piedra fosilífera. El pretil, que carece de molduras y presenta sus aristas achaflanadas, recorre perimetralmente, ambos lados de la calzada. Sobre los tajamares se ensancha la calzada, generándose una especie de miradores o apeaderos protegidos ideales para disfrutar de la contemplación de un bello lugar de gran valor patrimonial, natural y cultural.
Río Genil, aceña y turismo activo

El río Genil es la principal arteria fluvial del municipio y el afluente más importante del Guadalquivir, cuenca hidrográfica en la que se sitúa el territorio municipal.
El Genil atraviesa el municipio de Este a Oeste con un marcado patrón de tipo meandriforme y fuertemente encajado, proporcionando en su mitad occidental una orla de relieve quebrado y vertientes sumamente escarpadas en algunos tramos.
Asentada a lo largo del cauce del Genil se encuentra su vegetación de ribera, formada por asociaciones de retamoides con tarajales, fundamentalmente, de gran porte y riqueza constituyendo el singular soto del río Genil.
Los tarajes, alisos, olmos y álamos centenarios del soto del río, a su paso por Benamejí, son sin lugar a dudas su principal monumento natural, constituyendo una serie de parajes en los que se conjuga vegetación natural y antrópica.
Las ricas huertas instaladas de la mano del hombre en los terrenos aluviales, enriquecidos por la crecidas del río, que se producían antaño en época de lluvias y deshielo y que se abastecían por un sistema de riego de gran interés etnológico, son otro atractivo de este lugar, ya que todavía se conservan tres norias vinculadas al mencionado sistema de riego y al espacio hidráulico en general que establece la ecuación: río, norias y cultivos de huerta, conformando lo que conocemos como ruta de las norias de gran valor cultural y natural.
Los restos del Castillo de Gómez Arias (declarado BIC en el año 2001) que forman parte del Patrimonio Arquitectónico Singular de Benamejí, constituyen un hito visual en el conjunto del término municipal, dada su situación en un cerro relativamente aislado y de paredes escarpadas, dominando visualmente el río Genil.
Otros elementos patrimoniales también asociados al río Genil son: la Aceña de Benamejí, molino harinero que utilizaba la fuerza motriz del agua, y atribuida su construcción a Hernán Ruiz II, autor a su vez de nuestro preciado puente.
Este entorno natural se ha convertido en el epicentro del turismo activo en el centro de Andalucía, cuando cada primavera-verano recibe la visita de decenas de miles de turistas atraídos por el fluir de adrenalina que proporcionan sus aguas, cuando se descienden practicando rafting, piragüismo o pádel surf.
Reavivando esta tierra de aventuras antes disfrutada por nobles y bandoleros.
Portada Antiguo Convento Carmelitas Descalzos

Paseando por el mirador de la grieta llegaremos a la plaza del convento, donde encontramos la Portada Antiguo Convento Carmelitas Descalzos que hubo en Benamejí, que correspondía a la entrada a la iglesia de dicho convento. Fue fundado en 1682 por el primer marqués de Benamejí, José Diego de Bernuy.
El convento reunió una importante colección de libros y de obras de arte que pasaron a la Iglesia de la Inmaculada Concepción, (como la imágenes de San José, Santa Teresa, o la propia Virgen del Carmen que hay en el altar mayor) y a la ermita una vez que la orden se fue de este municipio en el año 1835, permaneciendo abierta al culto, a pesar de este hecho, hasta el año 1905.
Durante el siglo XX fue casa de vecinos y sufriría en parte movimientos de tierra de la cercana “Grieta”. Por último, el lugar se convertiría en yesería y vaqueriza.
Hoy en día, la portada ha sido restaurada para poder lucir con todo su esplendor. Esta valiosa puerta muy pronto será testigo también de la apertura del Museo de Benamejí, donde dentro de su colección se expondrán objetos que anteriormente pertenecieron a este valiosísimo convento, cuyo nombre fue el de Convento de los Remedios.